En el caso de la fina, el trigo y la cebada presentan recortes por la escasez de agua en momentos definitorios del cultivo y para el maíz el girasol las proyecciones hablan de recortes pero cierta estabilidad en cuanto a los rindes.
López explica que los precios acompañan esta situación, con valores del orden de los 225/228 dólares por tonelada para el maíz (presionados por la falta de mercadería) y del orden de los 342/347 dólares por tonelada para la soja, con valores sostenidos en el comienzo de la siembra de la oleaginosa.