El analista destaca que se mantiene una delicada situación macroeconómica de China con altos déficits fiscales, que influye en el ritmo de las importaciones de maíz y soja, además de presentarse los niveles de stocks más altos de los últimos años. A ello se suma el componente político a partir de las elecciones presidenciales en los EE.UU. en noviembre y la última crisis financiera en Japón que impactó en los mercados con altísima volatilidad, llevando a que la especulación migre hacia otros activos de calidad.